viernes, 17 de mayo de 2013

El silencio necesario. Por nada. Porque sí. Porque hay poco para decir.

Hoy se murió el hijo de puta de Videla. Ojalá esta muerte pacifique ciertos espíritus. Aunque no sé por qué habría de hacerlo. Que se pudra en el infierno.

Paso un viernes casero, aburrido, solitario. Un viernes más. Un viernes menos.

El silencio es necesario. A veces. La vida no me da motivos de queja. Así que no me quejaré. Que todo siga su curso.

Voy a checar mi mermelada de ciruelas.

Seamos felices todo lo que podamos.

jueves, 9 de mayo de 2013

Mañana es el día de las madres en México. Un día demasiado festejado para mí. Demasiada exaltación de una figura que siempre es mucho más compleja de la que los discursos oficiales quieren imponer.  Y para mi concepción de la maternidad, supongo.

Pero ¿qué es la maternidad? Hay tantas respuestas como madres en el mundo, de eso estoy segura. En lo personal, a veces siento que fue el error más grande de mi vida y otras miro a mis hijos y tengo una sensación de plenitud y entrega inefables. La maternidad, para mí es, entonces, un cúmulo de contradicciones, sentimientos encontrados y contrapuestos que conviven o se concatenan en cuestión de segundos.

Es posible que yo no hubiera tenido hijos de no haber sido por accidente. O sí. Como no llegué a la edad en la que la mayoría de las mujeres se lo plantea no tengo una respuesta. Solo sé que hasta los veintidós estaba segura de no querer reproducirme. Y ahora tengo tres vástagos. Efectivamente las cosas cambian. Además, dos veces quedé embarazada sin buscarlo y no tengo ningún aborto en mi haber. Así que parece que algo me copa. A mi pesar.

Estoy convencida de que hay que luchar para que la maternidad no sea un imperativo categórico. El tener hijos debe ser una elección. Pocas cosas me indignan más que las mujeres (que no viven en situaciones económicas precarias) que sienten que "resignaron" cosas por reproducirse. La maternidad es un sacerdocio pero, al igual que el sacedorcio, es una elección. Así que los pibitos no tienen la culpa de nada. Si no te copan, usá forro. O tomá pastillas. O atate las trompas. Y si los tuviste, ponele onda.

Ahora: para que esto funcione (lo de la elección) habría que 1. eliminar las religiones que estipulan que el sexo solo es válido para la concepción 2. hacer campañas para que todas las mujeres sepan cómo cuidarse y tengan con qué 3. legalizar el aborto de una vez por todas.

A mi pesar soy una madre dura y fría. A veces lucho contra mi naturaleza. A veces me olvido y me dejo ser. Yo no sé si el instinto materno existe o no pero lo que sí sé es que daría mi vida por cualquiera de mis tres hijos. Creo que el amor materno, al final, es eso. Para mí.

Feliz día, madres do mundo.